domingo, 19 de abril de 2009

Introducción al Riesgo

En términos generales se puede definir al riesgo como la incertidumbre acerca del resultado de algo. Esa situación que se manifiesta en muchas oportunidades, ya sean estas en un entorno financiero o en uno no financiero, normalmente estará vinculada a una probabilidad de ocurrencia.
Se debe considerar que el riesgo entendido como incertidumbre está generalmente relacionado no sólo a una posibilidad de pérdida, sino también a una posibilidad de ganancia.
Una parte importante al analizar cualquier decisión financiera es estimar el grado de riesgo asociado con la decisión. En estas decisiones es a menudo útil tener una forma objetiva para medir o estimar el grado de riesgo. Para medir el riesgo hay que considerar todos los posibles escenarios futuros, asignarles una probabilidad y determinar los resultados económicos derivados de ellos, así podrá considerarse la posibilidad de que las posibles pérdidas se encuentren entre determinados niveles.
Entre los tipos de riesgo tenemos:

-Riesgo de mercado: Es la factibilidad de que ocurran pérdidas en el valor de las posiciones mantenidas, como consecuencia de movimientos adversos en las variables de mercado (tipos de interés, tipos de cambio y precios o cotización de títulos valores). Para lo cual se deben considerar las siguientes definiciones: Riesgo de tasa de interés, Riesgo Cambiario y Riesgo de Precio.

-Riesgo operacional: Es la probabilidad de daños potenciales y pérdidas motivados a las formas de organización y a la estructura de sus procesos de gestión, debilidades en los controles internos, errores en el procesamiento de operaciones, fallas de seguridad e inexistencia o desactualización en sus planes de contingencias del negocio. Así como, la potencialidad de sufrir pérdidas inesperadas por sistemas inadecuados, fallas administrativas, eventos externos, deficiencias en controles internos y sistemas de información originadas, entre otros, por errores humanos, fraudes, incapacidad para responder de manera oportuna o hacer que los intereses de la institución financiera se vean comprometidos de alguna u otra manera.

-Riesgo de liquidez: Es aquel que se manifiesta por la incapacidad de las instituciones financieras para comprar u obtener de algún otro modo los fondos necesarios, ya sea incrementando los pasivos o convirtiendo activos, para cumplir sus obligaciones en y fuera del balance en la fecha de vencimiento, sin incurrir en pérdidas inaceptables.


-Riesgo legal: Es la contingencia de pérdida que emana del incumplimiento de la institución financiera con las leyes, normas, reglamentos, prácticas prescritas o normas de ética de cualquier jurisdicción en la que lleva a cabo sus actividades.

-Riesgo de reputación: Es la opinión negativa ocasionada por la afectación de la imagen de una institución financiera, al verse involucrada involuntariamente en transacciones o relaciones de negocios ilícitos con clientes, así como por cualquier otro evento externo.

-Riesgo de crédito: Es la posibilidad de que se produzcan pérdidas como resultado del incumplimiento de pago de clientes y/o contrapartes, con el contrato estipulado.

El Riesgo de crédito es uno de los riesgos de mayor relevancia dentro de la actividad bancaria, tal y como lo ha referido la Convención de Basilea II, en el cual se establecen 3 pilares fundamentales:
Pilar 1: Requerimientos mínimos de capital: Se establecen nuevos métodos para calcular los activos ponderados por su nivel de riesgo para así mejorar las evaluaciones que realizan los bancos sobre riesgo, de modo que los coeficientes de capital resultantes sean más significativos, en este sentido resguarda la medición del riesgo de crédito e incorpora un requisito de capital también para el riesgo operacional.
Pilar 2: Gestión y Supervisión: Se apoya en una serie de principios orientativos
que apuntan a la necesidad de los bancos de evaluar sus posiciones de suficiencia de
capital con respecto a sus riesgos globales, así como la de los supervisores para examinar y adoptar las medidas adecuadas como respuesta a dichas evaluaciones.

Los supervisores deberán examinar las estrategias y evaluaciones internas de la suficiencia de capital de los bancos así como la capacidad de estos para vigilar y garantizar su cumplimiento y deberán intervenir cuando no queden satisfechos con el resultado.

Con esto se busca alcanzar una supervisión más eficiente por parte de los bancos centrales, así como una mejor administración bancaria.

Pilar 3: Transparencia y disciplina del mercado: Tiene por objeto completar los requerimientos mínimos de capital del primer pilar y el proceso de examen supervisor del segundo pilar. Se considera una utilización más eficaz de la disciplina del mercado, lo cual integre el trabajo de los cuerpos de supervisión y control a la vez que se garantice la solvencia de la institución en el sistema bancario mediante la transparencia de las condiciones de riesgos y del patrimonio de ese banco, estableciéndose los requerimientos de divulgación de la información con el objetivo de permitir a los participantes del mercado evaluar el perfil de riesgo del banco.